Sobre el outsourcing

Seguramente habrás escuchado de este término. Puede que, si eres empleado, estés contratado bajo este esquema o si eres empleador, te suministres de personal de este modo, pero ¿qué es en sí la externalización de personal? Exploremos un poco.

Outsourcing es un término en inglés que se encuentra integrado por dos palabras, out que significa “fuera” y sourcing que significa “fuente u origen”, por lo que una traducción literal del término podría ser la de externalización. Este concepto, en el ámbito empresarial y de los negocios, hace alusión a las actividades o procesos de una organización cuya realización y administración están a cargo de una empresa diversa a la principal. Es decir, que una empresa “A” no contrata directamente a su personal, sino que contrata a una empresa “B” para que se los suminiestre. Subcontratación, tercierización, externalización, todas estas palabras son sinónimos del outsourcing.

Las razones por las que este tipo de contratación se da son sencillas: La si la empresa “A” contrata de manera directa a Juan, no solo tiene la responsabilidad de pagarle un salario, sino también se encuentra obligada a darlo de alta en un sistema de seguridad social, pagarle prestaciones, reconocerle antigüedad, otorgarle vacaciones, retenerle los impuestos correspondientes y enterarlos al fisco, capacitarlo y encontrarse en el riesgo latente de que cuando Juan se vaya, los demande y sea una carga económica para la empresa.

En cambio, si la empresa “A” decide simplemente contratar a la empresa “B”, que se dedica solamente a contratar personas y suministrarlas a organizaciones, la empresa “A” se olvida de toda clase de preocupaciones, puesto que será la empresa “B” la encargada de pagarle, otorgarle prestaciones, lidiar con asuntos fiscales y legales en su caso. Todo esto, a cambio de una cantidad especifica pactada en un contrato de suministro de personal.

El outsourcing en México tuvo como origen la tendencia de grandes empresas de contratar servicios como el de limpieza y mantenimiento, a través de empresas externas. Por esto surgieron empresas de prestación de servicios que ofrecían personal propio prestaran un servicio que beneficia en realidad a otra organización. Para algunos, esto es una de las máximas expresiones de la explotación del hombre por el hombre, puesto que, en apariencia, ya no se contratan personas, sino que se arrienda, se rentan pues. Pero el debate moral al respecto vendrá en otro espacio.

Hablemos de los beneficios para las empresas que contratan servicios de suministro de personal para sus actividades:

o Disminución de las obligaciones en materia laboral al no estar realizando contratos individuales de trabajo (con todas sus implicaciones) sino contratos mercantiles con una empresa prestadora de servicios.

o Protección del patrimonio de la empresa en caso de demandas laborales.

o Ahorros en el pago de PTU.

o Disminución de cargas fiscales.

o Aumento de los márgenes de utilidad.

Esto facilita muchas cosas para los empresarios, sin embargo, debe tenerse siempre en cuenta los riesgos que este tipo de contratos implican para el trabajador, como lo son el no reconocimiento de antigüedad en al empresa beneficiaria y receptora real de los servicios de la persona que se encuentra trabajando realmente en tu empresa, aunque formalmente la emplee otra..

Si tienes una empresa y deseas llevar a cabo (o ya cuentas con) un contrato de suministro de personal con un outsourcing, recuerda siempre que hay que permanecer atentos a que la empresa suministradora cumpla con todas sus obligaciones fiscales y laborales para con los trabajadores, puesto que de no hacerlo, tú empresa será responsable solidaria en juicio en materia laboral y fiscal.